lunes, 8 de octubre de 2012

CÓMPLICES

Sólo la entereza de experto cirujano, permitió al Dr. Moreau, aquella extracción balística cerca al corazón de un chico llamado Paul. El secuestro del niño de diez años en el Rabobank, de la Rue Saint Lázaro, había desencadenado un tiroteo. El vigilante del banco, liberaba el niño de los brazos del secuestrador, mientras balbuceaba por un doctor.

Las manos ensangrentadas del Dr. Moreau, habían recibido —hacía unos disparos antes—, una medalla con la foto de aquel niño abrazando al moribundo que yacía al costado. «Cuida de él» –escuchó el doctor. Y leyó en la medalla: "Antoine y Paul, Moreau"

MANCHO

Panadero de la Vida







2 comentarios:

  1. Sin palabras. Interesante giro de acontecimientos.

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  2. Gracias maestro por leerme. Espero muy ansioso aprender de tus experiencias y correcciones.

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