viernes, 14 de marzo de 2014

DESPERTADOS

Nada más escuchar la primera explosión de la mañana, entró por mi ventana un ambiente humeante a pólvora recién quemada. El traqueteo resonó entre los gritos de auxilio en mis recuerdos, pero mi boca, raspando los labios con el pretérito de mis heridas de bala, enmudeció. Las piernas temblorosas plantaron a mi turbado cuerpo dejándome inmóvil ante aquella resonante explosión. Fue entonces cuando mi casero gritó por la ventana haciendo aspa vientos y, entre dormid, sin saberlo, me ayudó a difuminar el terrorífico asombro: ¡Despertad a vuestra madre, hijos de puta!

De la calle respondieron: ¡Visquen les Falles de València!  


German D. Ricaurte García
Panadero de la vida

2 comentarios:

  1. Vivan las Fallas y felicidades por el relato. Un saludo.

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  2. Muchas gracias, maestro Ginés. Que dejes tu huella por aquí es una gran explosión de sentimientos. Saludos!

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