domingo, 13 de mayo de 2012

DOBLE VIDA



Fueron entrenados para estar muertos. Desde muy jóvenes, los hermanos Grisales, jamás cesaron en el empeño por vengar la muerte de sus padres a manos del Cártel de Cali. Habían jurado incursionar en el sicariato colombiano, el tráfico de  armas, la guerrilla, los paras, donde fuere para cumplir su promesa. Y aunque cumplieron aquel sueño con éxito, el precio de la venganza fue muy alto. La prensa llegaría a titular: “Delatan a dos agentes infiltrados; mutilaron sus cuerpos”.
De regreso a casa, las esposas Grisales lloraban desconsoladas en el vuelo, hasta que escucharon en alta voz: «¡Nacimos para vivir muertos!»

MANCHO
Panadero de la Vida





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