martes, 22 de marzo de 2011

Alma herida



Mi alma está partida, sufre una gran herida.
Su mirada va perdida sin hallar una salida.

Desahoga, alma mía, la ira
que alimenta la injusticia.
Oremos al de arriba
que, no reine la violencia
para no avivar el fuego
que produce la impotencia.

¡Llora alma mía! 
¡Llora alma mía!


Con pétalos de rosas, tú, acaricias mi princesa.
Te deslizas por el aire, y  contemplas su belleza.

-¡Oh! Dulce rostro herido, refleja su nobleza.
Su corazón está afligido
pide al cielo fortaleza.
¡Aguanta en seco, su dolor!
hasta amainar con su rencor.


¡Llora alma mía! 
¡Llora alma mía!

Mi alma está partida, sufre una gran herida.
Su mirada va perdida sin hallar una salida.

Las lágrimas del cielo, inundan el camino,
son ángeles que lloran por lo acontecido.
Luceros que chorrean sobre el pergamino:

"Qué sería la vida, sin los golpes del destino"


¡Llora alma mía! 
¡Llora alma mía!

Mi musa yace ajena,  alejada en un rincón. 
Sollozando este poema de triste inspiración.
¡Alíviate alma en pena!
 y devuelve la ilusión.

Mi alma está partida, sufre una gran herida.
Su mirada va perdida sin hallar una salida.

Descansa y no llores más...
¡Alma mía, herida!












-panadero de la vida-





No hay comentarios:

Publicar un comentario